Guía de inversión en renovables, descárgala gratis

Toda inversión implica cierto riesgo. Por un lado, una oportunidad que te reporte una alta rentabilidad a corto plazo requerirá que asumas elevados niveles de riesgo. Por otro lado, una inversión sólida y bastante segura es probable que te reporte dividendos más modestos. Entonces, ¿cuál es la inversión más inteligente? Aquella que se hace desde el conocimiento. Por eso, en Fundeen hemos recopilado en una guía gratuita toda la información necesaria para que puedas empezar a invertir en renovables.

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Las renovables son un sector próspero, en parte porque apostar por ellas es nuestra mejor (quizás la única) estrategia con la que contamos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y, así, evitar el cambio climático. Además, las energías limpias cuentan con algunas características, en términos de inversión, que las convierten en una oportunidad muy interesante.

• Son activos reales (bienes físicos y tangibles), así que este tipo de inversión está descorrelacionada de los mercados financieros. Con otras palabras, resisten mejor la volatilidad y son menos vulnerables al miedo bursátil.
• Al tratarse de inversiones a largo plazo, generan flujos más estables y predecibles en el tiempo.

Por ello, invertir en renovables es una buena manera de diversificar nuestra cartera de inversiones y evitar el riesgo de concentración. Sin embargo, más allá de sus particularidades como activos reales, lo cierto es que la rentabilidad de la inversión en renovables supera la de otros tipos de productos: la bolsa, sin ir más lejos, registró en diciembre del 2018 su peor rendimiento bursátil (-7,7%) desde 1970; otros productos tradicionales, como los Bonos del Estado, apenas ofrecen un exiguo 1,4% a 30 años; las renovables, en cambio, llegan incluso a superar el doble dígito.

Tampoco podemos ignorar el hecho de que las políticas medioambientales a nivel internacional suponen un espaldarazo a este sector. Con una creciente preocupación por las consecuencias del cambio climático, es de esperar que la apuesta por las renovables no haga sino intensificarse en los próximos años. A su vez, la evolución de las tecnologías en la última década (en especial la fotovoltaica) ha propiciado que hoy, las renovables, sean la forma de producción de electricidad más barata del mundo.