Largo vs. corto plazo: claves para elegir la mejor estrategia de inversión
Cuando se trata de invertir, uno de los factores más importantes a considerar es el tiempo. Dependiendo de los objetivos financieros de cada persona y la planificación de su cartera de inversión, se puede optar por una estrategia a corto o largo plazo. Ambas opciones tienen ventajas y desafíos, por lo que es fundamental conocer cómo afectan al rendimiento y qué opción se adapta mejor a cada perfil inversor.
Por eso, aunque partimos de que cualquier inversión tiene un riesgo asociado, el inversor debe tener en cuenta que las oportunidades que prometen altas rentabilidades a corto plazo a menudo requieren que asumamos elevados niveles de riesgo y que, por el contrario, una inversión muy segura es probable que ofrezca rendimientos más modestos, pero con mucho menor riesgo.

Diferencias entre la inversión a corto y largo plazo
Se considera inversión a corto plazo aquella que tiene un horizonte temporal de menos de tres años, aunque en muchos casos puede ser de solo meses, semanas o incluso días (como en el caso del trading diario). Suelen usarse instrumentos financieros líquidos, como bonos a corto plazo, acciones de alta volatilidad o fondos de inversión con rápido movimiento. Este tipo de inversión implica un mayor riesgo, ya que los mercados pueden ser impredecibles en el corto plazo, pero también ofrece la posibilidad de obtener ganancias rápidas.
Por otro lado, la inversión a largo plazo abarca más de cinco años, y muchas veces se extiende a décadas. Se basa en activos como acciones de empresas consolidadas, bienes raíces o fondos indexados, donde el interés compuesto y el crecimiento sostenido generan rentabilidad con el tiempo. Aunque las fluctuaciones del mercado pueden afectar momentáneamente el valor de la inversión, el riesgo disminuye a largo plazo, ya que los mercados tienden a estabilizarse.
En conclusión, el corto plazo busca ganancias rápidas en menos de tres años, mientras que el largo plazo apuesta por un crecimiento estable a partir de cinco años.
Las renovables: producto a largo plazo
En ese sentido, los proyectos basados en energías renovables como los que se financian a través de Fundeen, cumplen a la perfección con los objetivos del inversor interesado en el largo plazo.
Suponen inversiones alternativas. Es decir, oportunidades que ofrecen rentabilidades interesantes con distintos niveles de riesgo. A diferencia de los activos financieros, estos activos reales no están tan expuestos a la volatilidad de los mercados financieros porque son activos físicos que tienen valor intrínseco. Por su naturaleza estable, la inversión en renovables es una opción muy interesante para los particulares que quieran hacer crecer sus ahorros mientras diversifican su portfolio de inversión.

En ese sentido, Diego del Amo, Investment Analyst de Fundeen, pone de relieve las garantías gubernamentales con las que cuentan los proyectos de este tipo: «El sector de las energías renovables ha experimentado un crecimiento notable, el cual se prevé que se mantenga a largo plazo, respaldado por un marco regulatorio favorable y los compromisos climáticos fijados por los gobiernos europeos en el Acuerdo de París».
Así mismo, Del Amo expone algunos ejemplos de inversión y proyectos ya financiados en Fundeen que suponen una prueba más de proyectos a largo plazo con alta rentabilidad.
«A modo de ejemplo, durante el último año nuestros usuarios pudieron invertir en el Portfolio Solar MASPV con una rentabilidad anual del 6,50%, reparto de intereses cada dos meses y un sólido paquete de garantías, o los proyectos Sant Fruitós y Erica, también con un retorno del 6,50% anual, reparto de intereses trimestral y garantía corporativa sobre el 100% del servicio de la deuda», señala.

Por último, Diego del Amo pone el foco en un terreno de las renovables en continuo crecimiento: la movilidad eléctrica. «El uso de nuevos tipos de movilidad como el Vehículo Eléctrico, acompañado de la construcción de una óptima y necesaria red de puntos de recarga, permite a los usuarios acceder a inversiones que reportan un retorno aún mayor como fue el caso de nuestro Proyecto de Recarga Eléctrica Remo que reportará a los inversores un tipo de interés del 9,00% anual», expone.
Ventajas de la inversión a largo plazo
Optar por inversiones a largo plazo ofrece beneficios clave:
- Menos volatilidad: Aunque los mercados pueden fluctuar en el corto plazo, los activos suelen estabilizarse y crecer con el tiempo.
- Rentabilidad sostenida: Al mantener la inversión durante más años, se maximizan los beneficios del interés compuesto.
- Menores costos operativos: Se reducen las comisiones y los costos de transacción asociados con la compraventa frecuente de activos.
En el caso de Fundeen, nuestros proyectos de energías renovables ofrecen una rentabilidad media del 7% a largo plazo, lo que los convierte en una opción atractiva para los inversores que buscan estabilidad y crecimiento sostenido.
¿Cuándo elegir una inversión a corto plazo?
No obstante, la inversión a corto plazo puede ser una alternativa adecuada en situaciones específicas como las siguientes para determinados inversores:
- Necesidad de liquidez: Si se requiere acceso al capital en poco tiempo, las inversiones con rápida conversión a efectivo son ideales.
- Aprovechamiento de oportunidades del mercado: Algunos activos pueden ofrecer ganancias rápidas en momentos de volatilidad.
- Menor exposición al riesgo prolongado: Al no estar sujetos a ciclos económicos largos, pueden evitarse pérdidas por crisis financieras o cambios regulatorios.

Perfil del inversor a corto y largo plazo
El perfil del inversor a corto plazo y el de largo plazo varía según sus objetivos, tolerancia al riesgo y horizonte temporal.
- El inversor a corto plazo suele ser una persona con alta tolerancia al riesgo, que busca ganancias rápidas y está dispuesta a asumir volatilidad. Este perfil incluye traders, especuladores y personas con conocimientos avanzados del mercado financiero. También puede ser adecuado para quienes necesitan liquidez en el corto plazo, como aquellos que ahorran para una compra importante o un gasto próximo. Requiere dedicación, análisis constante y capacidad de reaccionar ante cambios en el mercado.
- Por otro lado, el inversor a largo plazo se caracteriza por su paciencia y visión estratégica. Es ideal para quienes buscan estabilidad y crecimiento sostenido del capital, como personas que ahorran para la jubilación, educación de sus hijos o compra de una vivienda. Suelen ser inversionistas conservadores o moderados que prefieren minimizar riesgos a través de la diversificación. A diferencia del corto plazo, este tipo de inversión no requiere monitoreo constante, ya que confía en la apreciación del mercado con el tiempo.
En resumen, el corto plazo es para quienes buscan ganancias inmediatas y asumen mayor riesgo, mientras que el largo plazo es ideal para quienes priorizan estabilidad y crecimiento gradual.
¿Cuál es la mejor opción?
No existe una única respuesta, ya que todo depende del perfil y objetivos del inversor. Para aquellos que buscan estabilidad, seguridad y crecimiento progresivo del capital, la inversión a largo plazo en proyectos sostenibles como los de Fundeen es una excelente alternativa. Mientras tanto, quienes necesitan liquidez inmediata pueden beneficiarse de estrategias a corto plazo.
Si estás interesado en conocer más sobre cómo invertir en energías renovables y aprovechar una rentabilidad sostenible, descubre las oportunidades que ofrecen nuestros proyectos.
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